sábado, 2 de junio de 2012

ALMAS EN EL HORIZONTE

Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra se abre, sólo que a veces no la vemos por que nos quedamos paralizados frente a la que se cerro.

No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos... pero otra veces no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos.

Deja que crezca el amor en el corazón de otra persona, y sino crece, se feliz porque creció en el tuyo.

Ama hasta consentirte en lo amado y más aún hasta convertirte en el mismo amor.

El amor llega a aquel que tiene fe y espera, aunque lo hayan decepcionado...

A aquel que aún cree y sueña, aunque haya sido traicionado...

...Y por sobre todo, llega al que tiene coraje y la fe de seguir amando sin ser recompensado.

Dejemos que los demás sean auténticos, que sean ellos mismos, de lo contrario amaríamos el reflejo de nosotros en ellos.

No debemos fijar nuestra mirada en lo externo, ya que esto se puede perder en el camino de la vida.

No nos inclinenos tampoco por las cosas materiales, ya que nada es eterno.

Siente por alguien que te comprenda, que te haga sonreír, y que te transforme tus amarguras en dulzuras.

Alguien que haga que un día oscuro sólo brille para tí.

Alguien que cautive tu corazón y lo libere de sus cadenas... y que lo deje ser libre para sentir de verdad.

Hay momentos en los que uno extraña a alguien sin control, y no sabe porque...

Hay momentos en que nos invade un fuerte deseo de abrazar, besar y querer por siempre.

En esos momentos en que sentimos el amor de una manera única... el corazón se pierde en un estallido y vibra el alma tratando de llegar a ese ser que tanto deseamos...

Que bonito es soñar con la persona amada, atravesar el tiempo y espacio para unirse más allá de nuestra imaginación, en ese mundo en el que soñamos estando despiertos, con sueños tan vivénciales que nos hacen sentir que ese ser esta ahí, sólo esperando que demos un paso para cobijarnos entre sus brazos...

La felicidad es para aquellos que sueñan...

Hay otras puertas que conducen nuevamente al amor...

La felicidad espera a aquellos que tratan de abris esas puertas y que dejan de mirar, la que en un momento los paraliza...

Sólo hace falta entregarse a esa nueva ilusión, dejarse consumir por el fuego de esa llama y proponerse no poner límites a esas sensaciones.

Porque el verdadero amor no conoce de límites, ni de fronteras y podemos encontrar nuevamente a quien amar, más allá del horizonte.



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