miércoles, 5 de marzo de 2014

JUGANDO CON EL TIEMPO


Hay ayeres que no pasarán porque son cálidos,
candentes, como una puesta de sol, como un beso quinceañero dado a pesar de los que se obstinan, en obligarnos a guardarlo.

No pasarán los instantes de amor, los intensos, los que se gozan hasta el fondo del placer.
No pasarán las eternidades  que se vivan, hasta la profundidad del cambio.

Vive hoy antes de que te quiten tu capacidad de disentir y de jugar con los instantes y lo eterno.
Vive hoy antes de que te enseñen a medir los miedos y empiecen a espantarte las distancias.

Hoy que todavía sabes dar y recibir vive,
vive, y si los muertos tratan de postergaste tu alegría, 
Ocúltate al malestar de su falsa madurez, que tratará de usurparte tu frescura.

Si gozas, goza hasta sus últimas consecuencias,
si sufres, sufre hasta la última gota de tu melancolía,
si luchas, lucha hasta el último suspiro de tu sensibilidad.

Así cuando llegue a tu mañana,
cuando tus presentes se conviertan en pasados,
y si has vivido no creyendo demasiado en el futuro,
te darás cuenta de que existes, de que eres humano.

(Enrique Cisneros L.)

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