Ese corazón es amable, tímido, ese corazón aún tiene los valores que otros no tienen, ese corazón es único, un corazón sensible, risueño, un corazón que vibra, que late, un corazón especial, que hace que esa persona que yo conocí sea especial.
Ese corazón me enseño a escuchar, a no hacer las cosas a tontas y a locas, me enseño a pensar. Pero a lo que mejor me enseño, fue a querer de verdad, a querer sin condición.
Yo siento mucho orgullo por ese corazón y seguramente que todo aquel que lo conozca o lo vaya a conocer se sienta igual de orgulloso.
Para mí fue un placer haber coincido en esta vida con ese corazón.
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