Cuando tú piensas mucho en el pasado, tus recuerdos te causan culpa, orgullo, resentimiento, ira, remordimiento o auto compasión. Entonces, además de sentirte mal, ayudas a acelerar el proceso de envejecimiento de tu cuerpo porque vivir de los recuerdos afecta la capacidad de tus células auto regenerarse.
Pero cuando vives el ahora, aunque tengas muchos años no tendrás la apariencia de una persona vieja. Tu cuerpo se sentirá más saludable, más liviano, más vivo, más fuerte, más ágil.
Vivir el ahora es como si estuvieras caminando en una noche muy oscura pero llevando en tus manos una linterna potente que alumbra tus pasos. La oscuridad es tu situación vital, que incluye el pasado y el futuro; la linterna es tu presencia consciente, y el espacio claro es el "ahora".
Vivir el presente es vivir aprovechando de la mejor manera todo lo que pasa.
Cuando vivas el presente, realmente disfrutarás de tantas cosas sencillas que muchas veces han pasado desapercibidas: La belleza de la naturaleza, una puesta de sol, la luna llena, el sonido de un riachuelo, el canto de un pájaro, la risa de un niño, etc. Lamentablemente, muchos, tienen ojos y no ven, tienen oídos y no escuchan.
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